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José James, un camaleón que se atreve con todo para las noches de jazz estival de Vitoria

José James, en Vitoria

elDiario.es Euskadi

Vitoria —

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José James ha dejado claro este jueves en el Festival de Jazz de Vitoria que es un camaleón que se atreve con todo, al viajar por numerosos estilos y fusionarlos con el jazz en un concierto divertido y guiños a verdaderos iconos de la historia musical. El vocalista de Mineápolis desplegó su buen rollo desde el minuto cero con ‘Tokyo Daydream’, con más soul que jazz, pero con fusiones ligeras, movidas y ritmos más cercanos al funk, que hicieron talonear algún pie a los espectadores del polideportivo de Mendizorroza, que presentó una buena entrada.

James solo estuvo detrás de sus gafas de sol en los dos primeros temas y mostró su cara para el primer homenaje de la noche con ‘Rock with you’ de Quincy Jones y Michael Jackson. Fue una versión muy original con toques de improvisación, que terminaron por introducir en este fabuloso viaje a los más rezagados, informa Efe.

Una de las grandes ovaciones de la noche se la llevó Ebban Dorsey, que con solo 20 años cuenta con un futuro prometedor amarrada a su saxofón. Tuvo una presentación al margen del trío que acompañó a un camaleónico José James que también se atrevió con una versión especial de ‘Miss you’ de los Rolling Stones, otro clásico coetáneo del cantante que se ganó al público vitoriano desde el primer momento con sus fusiones cargadas de enganche.

Fue una muestra más de cómo se puede llegar al jazz por diferentes caminos. El hip-hop fue uno de esos senderos y lo demostró con creces. El concierto tuvo varios puntos álgidos, como el solo de piano de Masayuki Hirano ‘Bigyuki’, un monstruo delante de las teclas blancas y negras, que fue captado por el propio José James, teléfono en mano. El espectacular momento dedicado a la improvisación dio paso al esperado ‘Come to my door’ para encarar la fase final de un espectáculo que sonó perfecto.

La vuelta que le dio a ‘Ain’t no sunshine’ y a ‘Just the two of us’ de Bill Withers, sorprendió y gustó a un público que se rindió a una calidez de voz brutal. Para acabar, puso a bailar a todo el recinto en el bis ‘Lovely day’, también de Bill Withers, con el que se coló entre el público para terminar por todo lo alto. Fue la guinda a un gran día muy vocal.

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